ARAD alerta de que el alcohol es la primera causa de adicción y de que las mujeres ocultan el problema

María Milagro, vicepresidenta y psicóloga clínica de ARAD, y Montserrat Domínguez, presidenta de la entidad, sonríen a Elena, que ha querido aportar su testimonio.
María Milagro, vicepresidenta y psicóloga clínica de ARAD, y Montserrat Domínguez, presidenta de la entidad, sonríen a Elena, que ha querido aportar su testimonio. . Irene jadraque/sadé-visual

La entidad, que realizó el año pasado 1.111 intervenciones, ve crecer su cifra de usuarias del 19 al 28%, seis de cada diez por la bebida

Roberto G. Lastra

Roberto G. Lastra

Logroño, Jueves, 8 de agosto 2024

Un iceberg que empieza a mostrar sus descomunales y dramáticas proporciones. El alcohol se afianza como la sustancia principal de los tratamientos frente a adicciones en ARAD (Asociación Riojana para la Atención a Personas con Problemas de Drogas), en el que el 40% de sus usuarios varones han pedido apoyo a la entidad por la ingesta de bebidas, porcentaje que crece hasta el 60% en el caso de las mujeres que llamaron a la puerta de la organización creada hace ya 42 años.

«El 72% de las personas atendidas el pasado año son hombres y el 28% mujeres, una tasa que no ha dejado de crecer en los últimos años. De hecho, en 2020 el porcentaje de usuarias era del 19%, nueve puntos menos. Demandan cada vez más tratamiento, están visibilizando más su problema, y estamos dándoles más acogida a ellas», ha explicado este jueves la presidenta de ARAD, Montserrat Domínguez, quien, acompañada por la vicepresidenta y psicóloga clínica, María Milagro, ha presentado la memoria de la entidad en 2023.

Con un equipo profesional de nueve técnicos, la entidad realizó 1.111 actuaciones para prestar apoyo a medio millar de usuarios. En información, orientación y acogida, la primera vez que llega la persona, fueron 287 los atendidos; en tratamiento ambulatorio, 149 personas; en el programa que gestiona con el sistema público de salud y en coordinación con las unidades de salud mental, 184; y en atención a familias, 169; en el programa de reducción de daños, la dispensación de metadona, 137…, ha desgranado las estadísticas la presidenta, quien ha vuelto a situar el alcohol a la cabeza del problema de las adicciones, frente al que ha alertado del «desconocimiento y la estigmatización que, por desgracia, seguimos observando. Hay desconocimiento, juicios negativos y un estigma que por el estigma que acompaña a las adicciones, que son un problema muy grave que todavía socialmente no se está detectando y que provoca, además, una dificultad a la hora de pedir ayuda tanto en el caso de los y las pacientes como en el de las familias afectadas».

«Las mujeres tardan más en pedir ayuda, la media de consumo es de 11 años hasta que vienen aquí»

Montserrat Domínguez , presidenta de ARAD

«El retardo en la atención a la mujer provoca que las consecuencias orgánicas estén más agravadas»

María Milagro, vicepresidenta y psicóloga sanitaria de ARAD

A la cabeza, las adicciones por alcohol, un panorama que ha llevado a la entidad a organizar, los próximos 17 y 18 de octubre, unas jornadas profesionales con dicho problema como asunto monográfico.

Entre el colectivo de varones, la adicción al alcohol es el motivo de atención del 40% de los usuarios de ARAD, seguido del 18% por cocaína, del 14% por estimulantes, del 12% por cannabis… La estadística es incluso más rotunda entre las mujeres: seis de cada diez han llegado a la entidad por su adicción al alcohol, un 12% por cocaína y un 8% por estimulantes, entre otras.

Petición de ayuda tardía

La demanda de apoyo femenino no para de crecer, pero todavía llega tarde frenada por esa estigmatización social frente a la que las mujeres ocultan su adicción al restringir sus consumos al ámbito doméstico y en soledad. «La franja de edad sigue siendo muy alta, las personas tardan en pedir ayuda. En hombres la edad media sería de entre 34 y 44 años, pero en mujeres es de una década más, de 45 a 54 años. Las mujeres tardan muchísimo más en demandar la atención, la media de consumo es de 11 años hasta que vienen a pedir ayuda y todavía la mayoría llegan derivadas por los profesionales de Atención Primaria y Salud Mental», ha señalado Montserrat Domínguez.

«Tomar conciencia de la adicción es de las cosas más difíciles; si ya es difícil acudir si tienes una depresión o un problema de ansiedad, con una adicción se retrasa muchísimo y mucho más en el caso de las mujeres, ya que el salto es mucho más difícil por vivir la adicción en soledad y que no se vea a nivel social. Ese retardo en la atención provoca que las consecuencias orgánicas en las mujeres estén mucho más agravadas», ha añadido, por su parte, la psicóloga María Milagro, quien ha explicado que «debido a la estigmatización social, la adicción en la mujer se vive de forma mucho más oculta y en soledad y, por ello, es mucho más difícil detectar para el entorno la gravedad del problema».

ARAD, que cerró el año con un déficit de 7.586,49 euros, tras unos ingresos de 251.206,87 euros (210.461 de la Consejería de Salud y Políticas Sociales y 14.000 del Ayuntamiento de Logroño) y unos gastos de 258.793,36, destacó también la importancia del apoyo y la implicación familiar, un aspecto que sigue también al alza: «Tenemos mucha demanda de ayuda, cada vez más, de padres y madres, también de parejas, tanto hombres como mujeres, pero incluso, y es muy significativo, nos llegan muchos hijos e hijas que vienen a solicitar apoyo para su padre o su madre tras años de consumos admitidos socialmente, como es el del alcohol», ha concluido la presidenta.